Jet-Set Edición 140 - (Page 42)

Hollywood a sus pies el cine mundial se estremece con el irresistible ascenso de este español de izquierda, crítico de las frivolidades del espectáculo, cuyo excepcional talento le acaba de merecer el primer premio oscar para un actor de su país. Mide 1,83 metros, ama el rock y brilló como jugador de rugby. En principio, el novio de Penélope Cruz creyó que lo suyo era la pintura, se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y lo aprendido allí le sirvió para emplearse como dibujante en una agencia de publicidad. Tenía vena artística, sí, pero no para los lienzos. Había nacido para los escenarios, al igual que sus abuelos maternos, su madre Pilar y otros miembros de la familia, que ahora celebran con orgullo el haberle dado a España el primer actor español que gana un Premio Oscar en Hollywood. De los Bardem, Javier heredó las dotes histriónicas y el valor de desafiar a los prejuicios sociales. “Mis abuelos fueron actores en un tiempo en que a los intérpretes no se les permitía ser enterrados en tierra sagrada, porque eran homosexuales y prostitutas”, recuerda. Pilar Bardem, por su parte, tampoco le tuvo miedo al veto de la sociedad. Ella no soportó la vida de maltratos que le dio el padre de Javier, el profesor de Derecho Carlos Encinas, y lo dejó, en una época en que nadie se separaba por temor al “qué dirán”. Le tocó sacar adelante sola como actriz al futuro actor y a sus hermanos Carlos y Mónica, y ello le dio motivos al artista para renunciar a su apellido paterno y llamarse Javier Bardem. foto: © the grosby group/08 Javier Bardem Con ese nombre hizo su debut en el cine en 1990 en la cinta Las edades de Lulú, donde tuvo un corto rol de homosexual, que no sería el único en este género. Su papel como Reinaldo Arenas, el escritor gay cubano, le valió su primera postulación al Oscar en el 2001. Y en Segunda piel, fue protagonista de una relación entre hombres mostrada de una manera diferente, sin amaneramientos ni plumas. En efecto, si algo gusta de Bardem es que ignora el estereotipo y no se encasilla en un solo personaje. Tiene tanta sensibilidad para interpretar el amor gay como para convertirse en un macho muy español, como sucedió en Jamón, Jamón, donde compartió escenario por primera vez con Penélope Cruz. Luego, fue el tetrapléjico Esteban Sampedro, en la estremecedora cinta Mar adentro; el colombiano Florentino Ariza, en El amor en los tiempos del cólera; el inquisidor de Los fantasmas de Goya; y un obrero en Los lunes al sol. En fin, la amplitud de su registro le abrió las puertas de Hollywood, al punto de que el director Francis Ford Coppola lo señaló como el heredero de Jack Nicholson o Robert de Niro. Luego de su primera candidatura al Oscar, Bardem le dijo a su agente, medio en serio medio en broma, que quería trabajar con los hermanos Coen, impactado por su cine de choque. Javier y penélope se escabulleron de la prensa en la noche del oscar, pero un paparazzi logró captarlos a la salida de Villa Lounge, la discoteca de hollywood donde celebraron el premio al actor.

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Gente
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Hollywood a los pies de Javier Bardem
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Los viajeros del espacio estuvieron en Colombia
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Andrés Felipe Cortés llevará al cine a Pambelé
Álbum de fotos
Suri Cruise, la bebé más sofisticada de Hollywood
Lina Valenzuela, la artífice de los desnudos de Soho
El debut de Cortázar en París
Por sus motos los conoceréis
El entierro de Jaime Sanín
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