IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - May/June 2020 - 30

modificaciones necesarias en el lenguaje (y posiblemente en
los parámetros del diseño de las tarifas, como la magnitud
de la carga de demanda y las tarifas de energía por TOU,
así como la duración y la ubicación temporal del periodo de
carga máxima) para que las nuevas tarifas sean más comprensibles para los clientes.
Para evaluar mejor la aceptación por parte de los clientes y la cantidad de respuesta de la demanda en las nuevas
tarifas, las empresas de servicios públicos pueden realizar
pruebas piloto adicionales. Estas deben ser diseñadas según
principios científicos de diseño experimental que preserven
la validez interna y externa de los resultados, permitiendo
que sean extrapolados a la población de los clientes y se
apliquen a precios diferentes de los que se están probando.
Los controles aleatorios, el estímulo aleatorio y los controles
coincidentes son diferentes formas de preservar la validez
de las pruebas.
En base a estos resultados piloto, la empresa de servicios
públicos debe luego decidir sobre la estrategia de implementación y si debe ser obligatoria, predeterminada u optativa.
Como punto de referencia, Fort Collins implementó las
tarifas de energía de TOU para todos sus clientes residenciales de forma obligatoria a partir del 1.° de octubre de
2018. Además, a partir de este día, Sacramento Municipal
Utilities District comenzó a implementar tarifas de energía
por tiempo de uso con un cargo por servicio mensual de
US$ 20 de forma predeterminada en California. En Ontario,
Canadá, las tarifas TOU han sido implementadas como predeterminadas para el suministro de energía desde 2007 (lo
cual significa que los clientes pueden excluirse de la tarifa).
En este momento, solo el 10 % se ha excluido. La tarifa de
distribución es una factura plana. Finalmente, la empresa
de servicios públicos debe rastrear la implementación de
las nuevas tarifas, encuestar a los clientes para obtener su
opinión, configurar redes sociales y monitorear la conversación, y hacer las modificaciones necesarias en el diseño
de la tarifa.

Conclusiones
Las tarifas TOU fueron probadas por primera vez en los
Estados Unidos a fines de la década de 1970. Catorce pilotos demostraron que los clientes aceptaron dichas tarifas y
respondieron a las señales de precios de una manera bastante predecible. Las pruebas fueron motivadas por la crisis
energética de la década de 1970 y la aprobación de la Ley
de Políticas de Empresas de Servicios Públicos en los Estados Unidos bajo la administración de Carter, la cual puso de
manifiesto las tarifas TOU.
Pero no sucedió mucho, ya que faltaban medidores inteligentes y surgieron otras prioridades. Particularmente, surgió un nuevo interés en reestructurar la industria eléctrica y
ofrecer a los clientes una selección minorista de proveedores
de energía. La reforma tarifaria quedó en segundo plano.
La crisis energética de California de 2001-2002 volvió
a centrarse en la reforma tarifaria, junto con la medición
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avanzada y la respuesta a la demanda. Se llevaron a cabo
cientos de pilotos en los Estados Unidos y en el extranjero,
lo cual demuestra que los clientes aceptaron dichas tarifas y
respondieron en un patrón bastante predecible. Las implementaciones de medidores inteligentes comenzaron definitivamente, y ahora abarcan a la mitad de la población residencial. Sin embargo, las tarifas modernas alcanzan a menos del
5 % de los clientes.
El progreso se ve estancado por el temor a lo desconocido
y por la preocupación de que la reforma tarifaria perjudique
a los clientes con bajos ingresos o discapacidades y a las
personas mayores. Las reacciones negativas por parte de los
clientes siguen siendo una preocupación principal. Las preocupaciones secundarias se relacionan con la incapacidad
de varios sistemas de facturación para manejar las nuevas
tarifas.
El camino a seguir es llevar a cabo programas piloto
donde nunca se hayan llevado a cabo para implementar las
nuevas tarifas, las cuales podrían ofrecerse con una protección temporal de facturas. Además, deben ir acompañadas
de campañas de marketing y educación a los clientes para
facilitar la transición.
En definitiva, estas tasas en tres partes ofrecen una
opción favorable como tarifa predeterminada para maximizar la eficiencia económica y la equidad entre los clientes. Se
pueden combinar con diseños alternativos que se ofrecerían
solo en forma optativa.
Hay señales de cambio. Los avances tecnológicos ya
han eliminado algunas de las principales barreras para la
reforma tarifaria. Con la disminución de las ventas y la creciente penetración de las FED, no falta mucho para que las
tarifas del mañana se conviertan en las tarifas de hoy.

Lecturas complementarias
J. Bonbright, Principles of Public Utility Rates (Principios
de las tarifas de las empresas de servicios públicos). Nueva
York: Columbia: Univ. Press, 1961.
M. Everett, C. Fang, A. Ramirez y J. Schneider, "A modern rate architecture for California's future" (Una arquitectura tarifaria moderna para el futuro de California), Public
Utilities Fortnightly, vol. 156, n.°12, págs. 8-14, Noviembre
de 2018.
A. Faruqui, H.-P. Chao, V. Niemeyer, J. Platt y K. Stahlkopf, "Analyzing California's power crisis" (Análisis de la
crisis energética de California), Energy J., vol. 22, n.°4, págs.
29-52, 2001. doi: 10.5547/ISSN0195-6574-EJ-Vol22-No4-2.
A. Faruqui y J. R. Malko, "The residential demand for
electricity by time-of-use: A survey of twelve experiments
with peak load pricing" (La demanda residencial de electricidad por tiempo de uso: un estudio de doce experimentos con
fijación de precios en carga máxima) Energy, vol. 8, n.º10,
págs. 781-795, 1983. doi: 10.1016/0360-5442(83)90052-X.
A. Faruqui, S. Sergici y C. Warner, "Arcturus 2.0: A meta-analysis of time-varying rates for electricity" (Arcturus
2.0: Un metanálisis de las tarifas variables en el tiempo para
mayo/junio 2020

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