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de costos. El principio fundamental para las metodologías
tradicionales de fijación de precios de la red también refleja
el uso de los activos de red atribuibles a los clientes de la red,
como las estaciones de generación distribuida y central, así
como los proveedores. La capacidad no utilizada de la red se
suele socializar.
La descarbonización y la digitalización alterarán fundamentalmente este principio, que ha existido en la industria
durante aproximadamente 30 años. Esto se debe a que la
generación local satisfará una demanda significativa, particularmente si la demanda es de naturaleza flexible, lo que
llevaría a una capacidad adicional significativa en partes de
la red. Si el principio actual de fijación de precios continúa,
la capacidad disponible en el sistema podría generalizarse.
Los flujos de potencia más bajos conducirían a cargos del
sistema muy costosos, y esto desalentaría aún más el uso de
la red, lo que daría como resultado un alto riesgo de inmovilización de activos.
Creemos que el marco normativo y de fijación de precios
actual no tiene en cuenta la incertidumbre a largo plazo de la
relación entre los clientes de energía y la inversión en redes.
La ausencia de incertidumbre en los cargos de red representará una seria amenaza para la utilización de los activos a lo
largo del tiempo. Los incentivos proporcionados por los cargos de red no reconocen los errores de inversión potencialmente costosos que surgen de la incertidumbre futura en la
utilización de los activos. Como resultado, los usuarios de la
red no serán recompensados si pueden gestionar sus incertidumbres de generación o demanda, ni serán penalizados si
aumentan las incertidumbres. Bajo dicho marco de fijación
de precios, se permitirá que la incertidumbre se propague a
través del sistema, lo que puede conducir a costosas inversiones en red, que son altamente ineficientes con una utilización
desigual de la red y serían propensas a futuras incertidumbres
adicionales de subutilización de activos. Alternativamente, no
invertir en el sistema podría comprometer la confiabilidad del
servicio para los clientes e interferir con la integración de tecnologías flexibles con baja emisión de carbono.
En otros sectores, como la fabricación, cuando el nivel
de incertidumbre de la demanda eléctrica se vuelve excesivamente grande, el riesgo de que la inversión irreversible
no valga la pena se vuelve tan grande que invertir deja de
tener sentido y conviene esperar hasta que la incertidumbre
esté por debajo de un nivel especificado. En algunas partes del sistema de distribución eléctrica, la incertidumbre
en la generación y demanda futuras y sus operaciones es
tan grande que una gran inversión de capital enfrentaría un
riesgo real de que los activos sean subutilizados o inmovilizados en el futuro.
Una solución viable para hacer frente a las grandes incertidumbres sería ofrecer acceso flexible a la red para movilizar recursos inherentes a nivel del cliente, que mitiguen
las incertidumbres a corto plazo y hagan un mejor uso de
la capacidad existente en la red. A medida que más clientes opten por un acceso flexible a la red (intermitente pero
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menos costoso), el costo de la inversión irreversible en redes
para prestar servicios a unos pocos clientes inflexibles se
volverá excesivamente costoso, animando a más clientes a
unirse a un acceso flexible. Con el tiempo, tal marco de fijación de precios impulsaría una red eficiente, preparada para
el futuro, que requiere una inversión menor en la red y se
basa más en la operación de la red para reducir la congestión
y las incertidumbres.
Destacamos la necesidad tanto de establecer el vínculo
entre la incertidumbre del cliente a largo plazo y la inversión
en redes en la fijación de precios de la red, como de identificar las oportunidades al alcance de los clientes y operadores
de la red para minimizar los costosos errores de inversión.
Primero, examinamos la revolución en Gran Bretaña en la
fijación de precios de la red y los nuevos desafíos que surgen de la transición a bajas emisiones de carbono, particularmente de las incertidumbres a largo plazo en el panorama
energético, como el aumento de la capacidad de la red no
utilizada o la congestión en partes de la red. Luego, analizamos el grado de incertidumbre de los clientes respecto
de la red e identificamos oportunidades para gestionar las
incertidumbres del operador y los clientes de la red a través de una mayor capacidad compartida entre los diferentes
tipos de clientes. Finalmente, trazamos nuevas direcciones
para los principios de fijación de precios que podrían relacionar la incertidumbre a largo plazo de los clientes de la red
con la inversión en la red, recompensando así a los clientes
que reducen las incertidumbres y los operadores de red más
hábiles para gestionar las incertidumbres. Los nuevos principios de fijación de precios no solo influenciarían el comportamiento de la generación y los clientes para comprender
y gestionar sus incertidumbres, sino también, de manera crítica, el de los operadores de red, para que asuman los riesgos
necesarios a fin de utilizar plenamente los recursos de la red
y minimizar el riesgo de una inversión costosa. Al hacerlo, el
nuevo principio tiene como objetivo optimizar la generación,
las redes y los activos flexibles en beneficio de los consumidores de energía, así como facilitar la competencia entre la
generación local y la distante.

Historia y nuevos avances
en la fijación de precios en la red
Antes de la desregulación de la industria de la energía en
el Reino Unido a principios de la década de 1990, las redes
de transmisión y distribución estaban planificadas según la
generación y la demanda anticipadas, con el objetivo clave
de desarrollar redes de infraestructura de manera eficiente
y oportuna. Desde entonces, esta práctica de planificación
centralizada ha sido reemplazada por procesos descoordinados, con fines de lucro y de toma de decisiones entre los
propietarios y usuarios de la red. Su coordinación limitada
dificulta de sobremanera la planificación del desarrollo a
largo plazo de los sistemas de suministro eléctrico. Aunque
los generadores y la demanda son libres de elegir sus ubicaciones, cuándo conectarse y cómo operar, estas actividades
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