IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - May/June 2020 - 41

Los reguladores deben remodelar los marcos que históricamente
se han centrado en los bajos costos (en lugar de la mejor
relación calidad-precio).
e integren diversas fuentes de energía distribuida (FED)
mediante el uso de una serie de nuevas tecnologías disponibles (incluidos los medidores inteligentes, la vigilancia y
el control en línea y otros avances en materia de redes inteligentes y tecnología de la información), lo que permitirá a
las empresas de servicios públicos aplicar un enfoque activo
(en lugar del pasivo histórico o de "instalación y olvido")
al funcionamiento de las redes, medidas operativas avanzadas y soluciones sin cables que desplazarán con eficiencia
las costosas inversiones. Este entorno plantea desafíos, pero
también existen oportunidades. La comprensión de esas
oportunidades y el diseño de normativas adecuadas es una
prioridad en los países de América Latina, donde es esencial
mantener una provisión energética asequible.
Para facilitar la transición hacia una red eléctrica más
confiable y moderna, los reguladores deben remodelar los
marcos que históricamente se han centrado en los bajos costos (en lugar de la mejor relación calidad-precio) y ampliar
la cobertura y el acceso a la electricidad. Los reguladores de
países como Colombia, Perú, Chile, Brasil y Argentina han
aplicado o están aplicando reformas normativas en el sector
de la distribución. Entre los temas de debate más importantes (pertinentes para la tarificación) figuran el aumento de la
confiabilidad para los consumidores, la conexión de las FED
y la prestación de servicios seguros y flexibles entre las redes
de distribución y transmisión en el marco de un régimen de
control de precios basado en incentivos o en el rendimiento.
Las normativas bien diseñadas, basadas en incentivos y
en el rendimiento, utilizan recursos financieros para alentar a los propietarios de redes de distribución a prestar sus
(múltiples) servicios de manera segura y rentable. Además
de instar a los propietarios de redes a ser eficientes, se debería motivar a los usuarios de la red (es decir, productores,
consumidores y prosumidores) para que mejoren sus perfiles
operacionales y de despliegue. Algo que es particularmente
pertinente en el contexto de las FED, y plantea problemas
relacionados con la tecnología de medidores desplegada y
el hecho de que las tarifas, a las que reaccionan los usuarios
de la red, presentan un nivel limitado de granularidad espaciotemporal y de los costos reales. Otras preocupaciones
importantes son la equidad y la justicia en los niveles tarifarios y de confiabilidad, especialmente en las zonas rurales
y otras zonas subdesarrolladas. Así, los reguladores consideran varias de las preocupaciones y los objetivos que respectan a las políticas, que se resumen en la figura 1, cuando
deciden sobre la normativa de las redes. En el resto de este
artículo, nos centramos en el control de los precios de las
mayo/junio 2020	

redes de distribución, especialmente la remuneración y las
tarifas. Resumimos la tarificación en los países de América
Latina y analizamos las experiencias de Chile y Brasil.

Tarificación en América Latina
Visión general
La determinación de los ingresos regulados de una empresa
de redes de distribución es una tarea compleja con múltiples
objetivos contradictorios, así como la determinación de las
tasas, cargos o tarifas que la empresa está autorizada a imponer para facturar y cobrar a los consumidores. En el diseño
de esos procesos, se debe tener en cuenta que, en términos
generales, la remuneración afectará a las decisiones de los
propietarios de las redes (inversiones, funcionamiento, mantenimiento, administración, etc.), mientras que las tarifas
repercutirán en los usuarios de las redes (los lugares que
elijan, sus perfiles de consumo y producción, etc.). Mientras que los objetivos tradicionales de una remuneración
adecuada se centran en la suficiencia de los ingresos [para
garantizar que los ingresos sean suficientes para cubrir los
gastos de capital (CAPEX) y los gastos operativos (OPEX),
incluido un rendimiento razonable del capital] y la eficiencia productiva (para que el servicio regulado se preste al
costo más eficiente), los objetivos del diseño de las tarifas
se centran en la eficiencia de la asignación (garantizar que
se envíen señales de cobro efectivas para que los usuarios
puedan tomar decisiones sobre su consumo y producción

Calidad y
confiabilidad

Eficiencia
económica y
adecuación de
recursos

Descarbonización

Equidad y
justicia

figura 1. Tetralema para la regulación de las redes de
distribución en América Latina.
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