IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - July/August 2023 - 50

La crisis energética como oportunidad
La UE está atravesando una grave crisis energética. Por un
lado, los precios disparados por la invasión rusa a Ucrania
reducen el bienestar de los ciudadanos y las firmas europeos.
Por otro lado, existe la necesidad de hacer una transformación
profunda del sistema de energía a fin de mitigar
el cambio climático en las próximas décadas. Esta sombría
situación puede volverse una oportunidad, de todas maneras.
Como se mencionó antes, la ola de nuevas comunidades
de energía observada en las últimas dos o tres décadas en
Europa estaba vinculada principalmente al activismo de una
cantidad relativamente baja de personas y organizaciones
que querían un suministro de energía más verde y local. Esas
personas y organizaciones estaban listas para comprometer
tiempo y dinero en la conformación de iniciativas colectivas
y contribuir, así, a la sostenibilidad ambiental y la menor
dependencia de compañías de energía tradicionales.
La situación es muy distinta hoy por al menos tres motivos.
En primer lugar, la energía es un tema de mucho interés
para una importante porción de la población, debido al
aumento en las facturas o a la creciente conciencia sobre la
amenaza del cambio climático. En segundo lugar, las inversiones
de las comunidades en centrales basadas en energías
renovables son ahora una fuente de energía con costos relativamente
estables y competitivos. Las comunidades que
procuran energía de esas centrales, ya sea porque son de su
propiedad o tienen acuerdos de compra de energía a largo
plazo con productores independientes, están protegidas,
parcialmente, de la actividad de los precios mayoristas y el
creciente costo de los combustibles fósiles. En tercer lugar,
las tecnologías permiten la gestión activa y coordinada de
fuentes de energía distribuida, incluidas aquellas del lado de
la demanda, y la explotación de los beneficios asociados con
la integración de distintos sectores de la energía a nivel local
(como la electricidad y la calefacción).
Por todos estos motivos, hoy en día, existe la oportunidad
de que las comunidades de energía jueguen un rol más
importante que en el pasado para ayudar a la UE a transitar
la actual crisis energética. No obstante, para aprovechar esta
oportunidad, los responsables de formular políticas y reguladores
deben implementar las decisiones normativas y de
políticas adecuadas. Esto significa, en primer lugar, la transposición
total de las dos directivas europeas y la adopción de
los marcos habilitantes relacionados para las comunidades de
energía a nivel nacional, algo que no todos los miembros de
la UE han hecho. En segundo lugar, significa que la reacción
de las políticas a la explosión de los precios de la energía no
debería " silenciar " los incentivos para que los consumidores
se comprometan, de manera individual o colectiva. Desafortunadamente,
parece que ocurre lo contrario. En algunos
países, los gobiernos han congelado los precios minoristas
por debajo de los costos para todos los consumidores, no
solo para los pobres o más vulnerables. Los costos de redes
y políticas con frecuencia se han trasladado al presupuesto
estatal, mientras que en algunos casos se han implementado
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nuevos impuestos que apuntan a los beneficios imprevistos
o las obligaciones adicionales de las compañías de energía.
Las cooperativas energéticas no solían estar exentas de estas
medidas castigo.
Esta reacción de los gobiernos ante el aumento de los
precios de la energía es entendible, dadas las presiones políticas
de los consumidores. Sin embargo, intentar proteger a
los consumidores aislándolos de las dinámicas de los precios
puede debilitar las motivaciones para que una creciente
cantidad de consumidores se vuelva activa y se comprometa
más directamente, de manera individual o colectiva, con
los mercados de la electricidad y la transición energética en
general. Si es este el caso, la crisis actual puede convertirse
en una oportunidad perdida para la UE y sus comunidades
de energía.
Conclusiones
La descarbonización del sistema de energía requiere un cambio
de un paradigma centralizado que depende de la explotación
de combustibles fósiles a uno más descentralizado que
dependa del desarrollo de soluciones locales para integrar
y explotar fuentes de energía renovable. El compromiso de
los consumidores es un elemento importante de este cambio.
Los consumidores pueden comprometerse con la energía de
manera individual o colectiva. En el último caso, pueden conformar
una comunidad de energía, un actor colectivo que se
caracteriza normalmente por una gobernanza democrática y
una naturaleza no comercial. Las comunidades de energía no
son un fenómeno nuevo, pero su crecimiento en tamaño y
cantidad se ha hecho notar en los últimos años. Al movilizar
los recursos de varios consumidores y trabajar en la confianza
que existe entre los miembros, las comunidades de
energía pueden lograr un cierto nivel de eficiencia económica
y resolver problemas vinculados con la aceptación social de
nuevas infraestructuras. Por este motivo, pueden ser un jugador
importante en la transición energética. No obstante, este
potencial puede no hacerse realidad debido a algunas debilidades
típicas de las acciones colectivas, como la dificulta de
afrontar procedimientos complejos e inciertos.
Consciente de los desafíos impuestos por la rápida transición
a un sistema de energía con baja emisión de carbono
y la necesidad de que los consumidores estén de acuerdo,
la UE propuso un nuevo acuerdo que reconoce el derecho
de los consumidores de participar de manera activa en todos
los mercados de la electricidad y contribuir al desarrollo de
energías renovables. Este derecho puede ejercitarse como
cliente activo individual y como autoconsumidor de renovables
individual o de forma colectiva como parte de una
CEC o REC. Una CEC es un nuevo actor de los mercados
de la electricidad que les permite a los consumidores participar
en igualdad de condiciones con los actores tradicionales.
Este actor no está limitado a un lugar específico ni al uso
exclusivo de energías renovables. En cambio, una REC es
una organización social que les permite a los consumidores
operar con renovables, también más allá de la generación
julio/agosto 2023
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