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Incluso en los edificios equipados de forma deficiente, la solución
más rentable fue utilizar su masa térmica como almacenamiento
de calor (calor acumulado en la construcción).
alta demanda. Tradicionalmente, estos desarrollos requerirían
refuerzos masivos en la infraestructura de red eléctrica
e implicarían precios de la electricidad exorbitantes, a menos
que se utilizara una forma más inteligente y centrada en el
consumidor de diseñar y operar los edificios.
Un aspecto clave del nuevo statu quo será la existencia
significativa de la flexibilidad del lado de la demanda. Al
cambiar sus perfiles de energía por algún beneficio financiero,
se puede empoderar a los consumidores para que
respalden activamente la operación de la red de energía.
Algunos ejemplos incluyen hacer coincidir su consumo
con la producción de energías renovables variables y bajar
su demanda en los momentos de estrés alto en el sistema.
Tanto la demanda térmica como la demanda de electricidad
se pueden modificar, por ejemplo, al retrasar o modificar la
carga de los vehículos eléctricos o la operación de dispositivos
como lavadoras y sistemas de calefacción/refrigeración
de espacios. Por ejemplo, el Servicio de Flexibilidad de la
Demanda en el invierno 2022 de la Red Nacional del Reino
Unido pidió a los consumidores que redujeran su demanda
agregada en franjas horarias predeterminadas. Después de
diez eventos de prueba por hora, se obtuvo más de 1 GW de
reducción de la demanda, a £ 3,000/MWh.
¿Qué podríamos estar haciendo?
¿Cuánta flexibilidad podrían proporcionar realmente los edificios?
Aunque esto depende del tipo de edificio, según los
primeros indicios, las cargas de calefacción serían los principales
contribuidores. Un estudio danés realizado en 2012
sobre el potencial de las bombas de calor residenciales detectó
un uso 20% mayor de generación excesiva de energía eólica
y un menor uso de los combustibles que utilizan almacenamiento
térmico. Incluso en los edificios equipados de forma
deficiente, la solución más rentable fue utilizar su masa térmica
como almacenamiento de calor (calor acumulado en
la construcción). Esta solución permite posponer o expandir
la calefacción/refrigeración sin afectar el confort térmico de
los ocupantes. Muchos edificios también pueden contener
algún tipo de almacenamiento térmico (p. ej., tanques de agua
caliente), que pueden utilizar exceso de calor para la calefacción
del espacio o para electrodomésticos, lo que, a su vez,
disminuye las necesidades de electricidad. Se podrían aplicar
enfoques similares con la calefacción o refrigeración urbanas,
en los que la masa térmica de los edificios podría usarse de
forma similar a los edificios con bombas de calor.
A pesar de los resultados positivos de estos ensayos, las
demostraciones no industriales a gran escala de la flexibilidad
julio/agosto 2023
del lado de la demanda han sido limitadas. Los esfuerzos se
centraron principalmente en solicitudes no coordinadas de
reducción de la carga, en lugar de en la optimización de la
flexibilidad agregada a nivel del edificio con respecto al sistema
de energía. La mayoría de los edificios están equipados
con medidores de energía simples sin sensores ni dispositivos
inteligentes con capacidad de comunicación, lo que dificulta
la utilización eficiente de la respuesta a la demanda. Aunque
están disponibles en el mercado, siguen predominando los
hábitos de los consumidores y las soluciones convencionales
en el sector residencial. La falta de integración de sistemas y
de sinergias (uso compartido de dispositivos y datos) genera
redundancia técnica, un costo total más alto y la pérdida de
valor de los clientes, un obstáculo importante para implementar
la flexibilidad del lado de la demanda a gran escala.
Aprovechar la mayor cantidad de datos también es un ímpetu
crucial para fomentar el valor en estas nuevas oportunidades
para los clientes, las comunidades y la sociedad en general.
Es fundamental impulsar el intercambio de datos y la colaboración
entre las partes involucradas, ya que esto abrirá
nuevas oportunidades para prestar servicios de respuesta a la
demanda más integrados de forma eficiente y rentable.
¿De qué manera los mercados de
electricidad respaldan las oportunidades
ascendentes?
¿Dónde se sitúan hoy los mercados?
Seguramente el lector reflexionó sobre la existencia de algún
marco para atraer un apoyo más ascendente. Hasta ahora,
los mercados de electricidad se organizaron principalmente
a nivel mayorista, dominados por las unidades de generación
centrales (grandes). Aunque este diseño fue una solución
perfecta para los sistemas dominados por los combustibles
fósiles, ahora se considera sumamente obsoleto para la transición
a un suministro de energía con bajas emisiones de carbono.
Incluso hoy en día, no se han realizado esfuerzos coordinados
para integrar formalmente la flexibilidad disponible
a partir de unidades descentralizadas más pequeñas, como
fuentes renovables, almacenamiento de baterías y flexibilidad
de la demanda. Pero, ¿qué se puede hacer para impulsar
estas oportunidades ascendentes para la integración de la red
y el apoyo flexible? Analicemos el mercado actual y profundicemos
en las actuales oportunidades (desaprovechadas).
Existen dos tipos de mercados de electricidad: energía y
servicios auxiliares. En los mercados de energía, la electricidad
se comercializa en diferentes escalas de tiempo (desde
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