Power & Energy Magazine - Spanish - September/October 2019 - 57

donde se integran los componentes son las interfaces (véase
"Ecosistemas de integración").
Han surgido metodologías y herramientas para ayudar a
los ecosistemas de integración a fomentar la interoperabilidad. El marco de configuración del contexto de la interoperabilidad del GridWise Architecture Council se muestra en
el gráfico 2. Tiene ocho capas agrupadas en tres categorías:
1) técnica, 2) informativa y 3) organizacional. El enmallado
en una interfaz requiere que el integrador tenga en cuenta la
alineación en cada capa. Para ilustrar los conceptos en este
modelo, considere la forma en la que intercambiamos información a través del servicio postal. Para la entrega de correo
estándar, el servicio postal acepta cartas que se ajustan a un
tamaño y peso específicos. Proporcionamos el nombre y la
dirección de un destinatario junto con un código postal, una
dirección de devolución y un sello postal válido, todo en los
lugares correctos y en un idioma que se pueda entender. Una
vez que la carta está preparada, se lleva a un buzón, donde
ingresa a un proceso complejo que involucra varias transferencias durante su viaje. En la ubicación del destinatario
hay otro buzón, donde aparece finalmente la carta y esta es
recogida. Esta parte del proceso de intercambio representa los niveles técnicos para alcanzar la interoperabilidad.
Describe los estándares y reglas que permiten que las cartas se abran paso a través del sistema postal. En el mundo
de la tecnología de la información, las redes y protocolos
de comunicación que permiten enviar los mensajes entre las
computadoras de aplicación son la analogía. Con las cartas,
pocas veces pensamos en este sistema porque las interfaces
son simples y ocultan el complejo trabajo detrás de la entrega
confiable del correo.
Sin embargo, el acuerdo sobre los niveles técnicos solo
forma una base para alcanzar la interoperabilidad. Una vez
que el destinatario abre la carta, aumenta la importancia de
los niveles de información. Imagínese tratando de leer una
carta escrita en un idioma extranjero o que usa siglas con las
que no está familiarizado. Incluso si el idioma fuera familiar, ¿qué pasaría si se usara la jerga asociada con una profesión desconocida? La interoperabilidad requiere la interpretación adecuada de un mensaje, y esto está representado por
los niveles de información en el marco de configuración del
contexto. La ingeniería de software utiliza lenguajes formales para capturar la semántica (nombres de cosas, significados y relaciones) en un modelo de información. El contexto
empresarial también es importante ya que la información
sobre lo mismo puede ser diferente según su aplicación. El
intercambio de conocimiento no es interoperable a menos
que el contenido del mensaje pueda ser interpretado. Pero
esto sigue sin ser suficiente.
Para que el intercambio de información comercial logre
un objetivo (interoperar), el destinatario debe comprender
qué hacer con el material. Esto implica conocer y ejecutar
un proceso acordado. Por ejemplo, como clientes de electricidad, aceptamos los términos y condiciones del servicio.
Cuando recibimos una factura mensual, entendemos que
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debe ser abonada dentro de un periodo específico, y sabemos la moneda que aceptan y las opciones de transferencia financiera. También esperamos que el servicio público
calcule la factura en función de nuestro uso medido. En la
mayoría de las situaciones, la ecuación para calcular la tarifa
es supervisada por un regulador que aprueba las tarifas de
la empresa eléctrica. Si no podemos entender la factura, lo
cual podría causar que paguemos un monto incorrecto, o
si enviamos el pago a un lugar equivocado, el proceso se
interrumpe y podría verse comprometido el servicio continuo. Los procesos comerciales, la alineación de los objetivos
entre las partes y las reglas normativas son las preocupaciones de las capas organizacionales en el marco de configuración del contexto de la interoperabilidad. En estas capas, las
interacciones siguen más de cerca los acuerdos de interfaz
humana, pero a medida que nuestros sistemas se vuelven
más automatizados, el software actúa cada vez más como
nuestros representantes. A medida que la tecnología de la
información madura, los estándares, las reglas y los códigos de operación reflejados en las capas organizacionales se
vuelven más importantes (por ejemplo, el pago de facturas
automatizado), y el progreso en esta área está permitiendo
mayores oportunidades para gestionar la complejidad y facilitar la integración.
El marco de configuración del contexto de la interoperabilidad ayuda a centrar la discusión en categorías de problemas
de interoperabilidad, como ser la organización (normativas,
políticas, acuerdos contractuales y procesos), informativa
(semántica compartida sobre datos, atributos y relaciones
entre tipos de información) y las cuestiones técnicas (redes
y protocolos de comunicación), así como cuestiones transversales, como ser la seguridad, privacidad y seguridad.
Todas estas preocupaciones deben abordarse para alcanzar la
interoperabilidad de manera efectiva.
Un principio arquitectónico central para las especificaciones de la interfaz es mantener una separación clara y una
modularidad entre capas. El desacoplamiento limpio de la
capacidad y la funcionalidad asociadas con las capas técnicas (comunicación) y las especificaciones de las capas superiores de información y organización (comercial) ha demostrado ser particularmente importante. En muchos dominios
de aplicaciones (como la automatización de subestaciones,
la automatización de edificios y la carga de VE), algunos
estándares combinan la funcionalidad de la capa informativa con protocolos específicos de la capa técnica. La falta
de una modularidad estratificada para separar claramente
los acuerdos sobre el contenido de la información de los
mecanismos que transportan los datos impide que dichos
estándares de interfaz comuniquen el mismo material en
protocolos distintos. Al adherirse al principio de estratificación, el ritmo de la innovación y la adopción de estándares
pueden acelerarse al permitir que los protocolos de comunicación, los modelos de información y los procesos comerciales evolucionen conjuntamente en tiempos separados y
con diferentes expertos involucrados.
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