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En la nueva política de potencia hidroeléctrica, se recomienda
clasificar todos los proyectos de hidropotencia, independientemente
de su tamaño, en la categoría de proyectos de energía renovable.
casos, los retrasos fueron tan profundos que el proyecto se
volvió inviable y fue abandonado.

Adquisición de tierras
Esta ha sido otra razón clave para los retrasos en los proyectos de energía hidroeléctrica. Idealmente, debe completarse
antes de licitar un proyecto, pero en India, los proyectos a
menudo son adjudicados cuando solo parte de la tierra se
adquiere físicamente.
Con la nueva política, el costo de la adquisición de tierras
ha aumentado significativamente, y el proceso también se ha
vuelto muy complejo. Al ser específicos para cada ubicación,
los proyectos de energía hidroeléctrica suelen proporcionar
una flexibilidad muy limitada en términos de absorber cambios importantes en la huella con el consiguiente requerimiento de tierra.
En la mayoría de las áreas donde se pueden construir
instalaciones de energía hidroeléctrica, la tierra pertenece
a la comunidad y/o es propiedad conjunta de familias que
pueden tener acuerdos extraoficiales. Las adquisiciones se
vuelven extremadamente complicadas, ya que se otorga
una compensación a las personas que tienen un registro
de propiedad, pero que pueden tener un gravamen escrito
sobre la tierra. Esta situación se agrega al litigio y a la
complejidad en la distribución de la compensación. Además, la falta de registros de tierras confiables en los departamentos gubernamentales pertinentes, particularmente
en la región noreste del país, a menudo se suma a las complejidades existentes.

Desafíos relacionados con la construcción
Los proyectos de energía hidroeléctrica generalmente involucran obras civiles complejas y pesadas y plantean importantes
desafíos de construcción en todo el mundo. En India, los desafíos se ven magnificados por la geología relativamente pobre
que subyace a muchos proyectos que aún restan desarrollar.
Como se señaló, la mayor parte del potencial de la energía hidroeléctrica restante se encuentra en las regiones del
norte y noreste, donde el terreno tiene altas colinas y profundos valles en las cordilleras del Himalaya. Los Himalayas
son una de las cordilleras más activas a nivel geológico y
sísmico en el mundo, con una geología que es, en el mejor de
los casos, difícil. Las masas rocosas jóvenes y débiles sufren
una intensa actividad tectónica y, como resultado, exhiben fallas importantes, pliegues y otras discontinuidades.
En estas circunstancias, incluso un proyecto investigado a
fondo se ve expuesto a condiciones inesperadas del subsuelo,
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lo cual a menudo se vuelve muy difícil y costoso de negociar. Muchos proyectos hidroeléctricos pasados y recientes
han sufrido importantes demoras y sobrecostes que pueden
ser atribuidos a la geología adversa. La falta de experiencia
y preparación de los ingenieros y contratistas para manejar
estas sorpresas sólo ha sumado problemas para los proyectos. La falta de sofisticación por parte de los propietarios y
contratistas tampoco ha ayudado.
En otras partes del mundo, las posibles condiciones
geológicas adversas son abordadas mediante contratos
con visión a futuro, en los que los informes geológicos de
referencia (IGR) constituyen un importante documento
contractual. Un IGR especifica las condiciones de terreno
conocidas en el sitio de un proyecto y define el rango de
condiciones de terreno adversas que el contratista deberá
tener en cuenta en el precio de la licitación/contrato.
Durante la ejecución del contrato, cualquier condición
del sitio que difiera de aquellas consideradas en el IGR se
tratará como imprevista y se pagará a través de un mecanismo de cambio acordado. Así se evitan las controversias relacionadas con condiciones imprevistas del terreno,
las cuales casi siempre son difíciles de predecir. Aunque
últimamente este concepto ha ganado aceptación en la
industria hidroeléctrica en todo el mundo, su aplicación y
la gestión de contratos resultantes todavía están en la etapa
exploratoria en el contexto indio.

Contratos de financiación de proyectos y
compra de potencia
Debido a los factores analizados anteriormente (y muchos
otros), los proyectos hidroeléctricos tienden a ser significativamente más caros de desarrollar que otros proyectos.
También se caracterizan por mayores costos iniciales para
abordar mayores complejidades en el diseño y la ingeniería.
Por lo tanto, poner en funcionamiento una planta hidroeléctrica cuesta alrededor de US$ 1-1,5 millones por megavatio,
entre 150 y 200 % del costo unitario de una central térmica
y entre 200 y 300 % del costo unitario de una central solar.
El calendario de construcción de un proyecto hidroeléctrico
también es significativamente más largo en comparación
con el de un proyecto térmico o eólico/solar. El riesgo de
sobrecostes y demoras, más la incertidumbre de los ingresos
de efectivo resultantes de las complejidades y los desafíos
técnicos, conducen a primas de mayor riesgo en los costos
de financiación.
Debido a la política actual, en virtud de la cual no se
valora una de las principales ventajas de la hidropotencia
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