IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - November/December 2022 - 44

prominente para la disminución en los precios de la energía,
seguido de una menor demanda.
En India, la pandemia tuvo un impacto en los precios en
el predespacho del mercado, llegando a 600 rupias indias
(INR) por MWh el 25 de marzo de 2020 (el primer día de
confinamiento nacional). Los precios promedio mensuales
en los meses de enero y febrero de 2020 en el predespacho
del mercado fueron de aproximadamente INR 2,860 y
INR 2,914 por MWh, respectivamente. Los precios se mantuvieron
entre INR 2,000 a 3,000 por MWh durante el confinamiento
y se recuperaron más adelante en el año. Además,
India dispuso el mercado en tiempo real en vigencia desde
el 1.° de junio de 2020; una licitación de dos puntas llevada
a cabo 48 veces al día, 1 hora antes del periodo de despacho.
Toda la coordinación entre el operador de sistemas y los
intercambios de energía, así como las pruebas de software,
se hicieron de manera remota, y el mercado en tiempo real
operó sin complicaciones.
Impacto en la comunicación y fuerza
laboral
Durante la pandemia, los operadores de sistemas y las
empresas de servicios públicos estuvieron en contacto permanente
con los funcionarios de manejo de emergencias y
normas federales a nivel local, estatal y federal.
✔ En los Estados Unidos, las RTO y los ISO no solo se
comunicaron con las empresas de servicios de generación,
transmisión y distribución en sus regiones y
se coordinaron con la industria de tuberías, sino que
también con otras RTO e ISO, el organismo industrial
del sistema eléctrico de potencia, la Corporación
Eléctrica de Norteamérica, el Consejo Coordinador
del Subsector de Electricidad y el Foro de Transmisión
de Norteamérica. La industria también se coordinó
con autoridades de salud para asegurar que el
personal esencial de operaciones tuviera acceso a
pruebas de detección de coronavirus.
✔ En Australia, el AEMO tuvo un rol destacado en la
industria garantizando que los sistemas eléctricos
del país continuaran operando de manera segura
y confiable. El AEMO estuvo en contacto con gobiernos
federales y estatales, así como con empresas
de servicios públicos y organismos políticos y
normativos para mitigar los efectos de la pandemia,
gestionando la transición más rápida de la energía
en el mundo.
✔ En Europa, los GRT de cada estado miembro se
coordinaron con su respectivo ministerio y autoridad
normativa nacional para implementar medidas y mitigaciones,
de manera de garantizar seguridad en la
operación de las redes. Pese a que se habían tomado
decisiones a nivel nacional, los GRT de Europa se
coordinaron de manera continua en la Red Europea
de Operadores de Sistemas de Transmisión de Electricidad
para compartir medidas y prácticas comunes.
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✔ En Brasil, el ONS intercambió experiencias con otros
operadores, participó en foros a nivel global organizados
por la asociación de los Mayores Operadores de
Redes Eléctricas (GO15), el Centro para la Investigación
Ambiental Integrada y el Instituto de Investigación
de Energía Eléctrica, y tuvo muchas interacciones
con partes interesadas locales.
La COVID-19 afectó la fuerza laboral disponible y la
capacidad de las empresas de servicios públicos y de los
operadores de sistemas de responder a los desafíos. Para
garantizar la seguridad de sus empleados, los operadores de
sistemas y las empresas de servicios públicos suspendieron
sus viajes e implementaron una política de teletrabajo para
ellos, excepto para los operadores esenciales de salas de control
y otros empleados de relevo. Todas las reuniones de las
partes interesadas se adaptaron a teleconferencias y la asistencia
a los lugares de trabajo se restringió a los empleados
y proveedores esenciales. Se han utilizado más tecnologías
de comunicación resilientes para mantener la conectividad,
ciñéndose al mismo tiempo a protocolos de ciberseguridad.
Viendo hacia delante
En el año 2020, cuando el mundo se enfrentaba a una pandemia
por primera vez en casi un siglo, había poca certeza
sobre cómo nos afectaría. Las sociedades modernas no pueden
funcionar sin electricidad, y la operación confiable de
los sistemas eléctricos fue esencial para la continuación de la
vida moderna. Los operadores de sistemas y las empresas de
servicios públicos de todo el mundo aceptaron los desafíos,
volviendo a sus planes de continuidad empresarial, algunos
de los cuales se desarrollaron inicialmente hace casi una
década.
La pandemia enseñó a los operadores de sistemas muchas
lecciones e introdujo nuevas formas de hacer negocios. Al
mirar atrás y ver cómo la pandemia se desarrolló y qué tan
preparados estaban los operadores de sistemas para enfrentar
sus desafíos, se podría pensar que exageraron al prepararse
para cada escenario imaginable. Sin embargo, esa es la
función de un operador de sistemas cauteloso: estar preparado
para lo peor y esperar lo mejor.
Algunas de estas lecciones ahora han pasado a formar
parte de las operaciones diarias y permanecerán como prácticas
valiosas. Promover el uso de fuentes flexibles y almacenamientos
de energía para garantizar operaciones confiables
de las redes alcanzando al mismo tiempo los objetivos de
producción de las energías renovables variables es clave. Con
una incidencia más alta de desastres naturales por el cambio
climático así como por la pandemia, como lo muestra la
escasez hídrica en Brasil, los operadores de sistemas deben
aumentar la resiliencia ante eventos extremos e incorporar
todas las restricciones de los sistemas en los procedimientos
de adecuación de recursos. La búsqueda de flexibilidad
y resiliencia a partir de fuentes de suministro, demanda y
transmisión y la coordinación rentable de múltiples infraestructuras
interdependientes es fundamental para asegurar el
noviembre/diciembre 2022
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